Alisado del cabello

Una de las obsesiones de muchas mujeres es lograr tener un cabello totalmente lacio, y es así que la popularidad de las diferentes opciones en torno al alisamiento se incrementa considerablemente con el paso del tiempo. El propósito es transformar el cabello rizado o con frizz, para convertirlo en un cabello absolutamente lacio y sedoso.

Las consultas a los centros de estética se multiplican por este tema, y en realidad es posible hallar distintos métodos para alisar los rizos, tanto gracias a técnicas convencionales como alternativas. Para las primeras se emplean planchas alisadoras y peines calientes, por ejemplo.

En el caso de las variantes alternativas, podemos hallar relajantes químicos, alisado japonés o el denominado alisado de Brasil. Los centros de estética y salones de belleza también emplean champús, acondicionadores y geles para alisar el cabello. En los métodos tradicionales, los efectos del tratamiento tienen una duración determinada, debiendo repetirse luego de un período concreto.

Asimismo, los efectos del calor sobre el cabello pueden llegar a ser negativos. Por otra parte, los tratamientos alternativos suelen alcanzar una mayor duración, aunque igualmente deben repetirse cada vez que el cabello crece en forma natural. La realidad es que el tratamiento de alisado del cabello no resulta permanente, y se aconseja repetirlo cada dos mes como mínimo.

Al emplearse productos químicos, la aplicación debe realizarse con cuidado para evitar daños irreparables en el cabello. Es importante tener en cuenta como parámetro, si buscas mantener siempre tu cabello lacio, que el mismo crece 3/4 de pulgada por mes.  

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El zumo de zanahoria puede limpiar tu organismo

Se sabe que durante el invierno se produce una mayor acumulación de toxinas en el organismo, pero al llegar la primavera es posible eliminarlas, logrando limpiar nuestro cuerpo de estas impurezas. Una de las herramientas más interesantes y eficientes para esto es el zumo o jugo de zanahoria.

La zanahoria cuenta con amplias propiedades desintoxicantes, por lo tanto es ideal para este cometido, como también lo podrá ser, por ejemplo, para recuperarnos luego de algún “desliz” típico del fin de semana, de las fiestas o de alguna ocasión especial. La zanahoria puede combinarse con el limón, la naranja y el apio, potenciando de esta forma su efecto.

Para preparar este fantástico zumo requieres tres zanahorias, un cuarto de limón, media naranja y un trozo de tronco de apio. En principio es necesario rallar la piel de las zanahorias y extraer el rabo. Posteriormente, deberás pelar el limón y la naranja y lavar el apio. Una vez concluido este paso, deberás introducir todos los vegetales en la licuadora o batidora, revolviendo bien la mezcla.

El producto obtenido debe ser consumido todas las mañanas en ayunas, y al poco tiempo comenzarás a sentirte desintoxicada y más activa. Al ser ingredientes con mucho agua, el zumo tendrá un gran poder diurético y laxante.

Pero no solamente tu salud lo agradecerá, ya que también los beneficios del agua se verán sobre tu piel, que lucirá mucho más saludable y luminosa, brillando con luz propia como nunca antes. Ya sabes: si quieres combinar salud y belleza, no dejes de consumir periódicamente un buen zumo de zanahorias.

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Hidrolipoclasia: un cuerpo soñado sin cirugías

Se denomina hidrolipoclasia a una técnica desarrollada en el campo de los tratamientos estéticos sin cirugía, que tiene como propósito remodelar el cuerpo y disminuir la grasa localizada en piernas o abdomen. Es así que esta solución ya se emplea en distintos centros de estética con excelentes resultados. Esta técnica ha demostrado ser particularmente efectiva para tratar la celulitis compacta y reducir las adiposidades localizadas.

El tratamiento se combina habitualmente con la presoterapia, y permite a la mujer recuperar todo el esplendor de su figura, eliminando grasas sin necesidad de recurrir a la cirugía. De esta forma, la hidrolipoclasia se ha transformado en una alternativa real a la liposucción, obteniendo los resultados buscados pero sin la peligrosidad que supone una intervención quirúrgica.

Este método puede aplicarse en las zonas del cuerpo donde resulta más difícil disminuir las grasas, como por ejemplo abdomen, antebrazo, cartucheras, muslos, rodillas, grasa facial o cuello. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la hidrolipoclasia no es recomendable en casos de sobrepeso extremo. El límite es un sobrepeso superior a los 15 kilos, situaciones en las cuales los especialistas recomiendan la liposucción o el balón intragástrico. En los demás casos, la hidrolipoclasia puede desarrollarse sin problemas.

Otro punto positivo de esta técnica es que no presenta efectos secundarios, siempre y cuando se lleve a cabo en centros especializados y con la actuación de profesionales titulados. Tampoco requiere hospitalización, por lo tanto es posible volver al hogar en la misma jornada y reintegrarse a la actividad convencional a los pocos días.  

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La búsqueda de un vientre plano

Una de las obsesiones actuales de las mujeres en términos estéticos es mantener un vientre achatado, completamente plano, que claramente contribuye en la belleza del cuerpo femenino.

Como para cualquier cosa que nos propongamos en la vida, también para este tipo de búsquedas estéticas necesitamos tener mucha voluntad, perseverancia y seguir algunos pasos que nos facilitarán la cuestión. Resulta común que las mujeres acumulen una mayor cantidad de grasa y líquidos en la región del vientre, teniendo en cuenta sus características hormonales.

Pero el vientre se compone de tres músculos superpuestos, por lo tanto es posible eliminar los depósitos de grasa y mantener en buen estado a estos músculos gracias al ejercicio. De esta forma, es habitual que las mujeres con hábitos de vida sedentarios y que realizan poca actividad física presenten un vientre más pronunciado.

Otros factores como la acumulación de gases, el estreñimiento o la retención de líquidos también pueden contribuir en esta situación. Además de la realización de distintos ejercicios y de la práctica constante de actividad física, existen otros consejos que pueden ayudarnos a reducir el vientre.

Por ejemplo: 

• Cocinar a través de metodologías más sanas, como la cocción al vapor, el rehogado o la cocina solar, entre otras. 
• Incorporar alimentos con fibra, como pan integral o salvado de trigo, porque los mismos brindan sensación de saciedad y permiten disminuir las comidas a deshoras y el consumo de alimentos procesados como papas fritas o snacks, que incluyen grandes cantidades de grasa. 
•  Por su tendencia diurética y depurativa, verduras como el apio y los espárragos o frutas, como las uvas, la manzana, la pera y el melón son muy aconsejables.  

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