En estética, el futuro son los autoimplantes de grasa
En cuanto a las técnicas mínimamente invasivas en cirugía estética y reparadora, lo último y que está en su mayor apogeo es el potencial regenerador de la grasa.
Los implantes faciales naturales o autólogos están reemplazando gradualmente a los sintéticos, esto ya es un hecho. Y de aquí a unos años se espera un incremento en su importancia.
Algunos de los tratamientos con mayor efectividad son los relacionados con la capacidad regeneradora de la grasa angiogénesis, que es la responsable de estas nuevas tendencias, a partir de la comprobación de su poder regenerativo.
Para la rápida recuperación del paciente esta fórmula brinda un resultado óptimo, es por ello que el mercado la escogió, sobretodo por su relación con las técnicas mínimamente invasivas, que inciden más velozmente sobre el paciente y eliminan las molestias que la anestesia general puede ocasionar.
Vale destacar las ventajas y los beneficios que estas técnicas aportan para la regeneración de piel lesionada por la radioterapia o en su aplicación a mujeres masectomizadas.
Tal vez un aspecto negativo en el implante de la propia grasa es que se precisa que el paciente tenga un excedente de la misma, y usualmente es tomada de la zona abdominal.
También es cierto que para poder reimplantar y extraer no todos los pacientes disponen de suficiente grasa. Y también es sabido que no se precisa de la misma cantidad de grasa para una reconstrucción mamaria que para un relleno facial, por ejemplo.
Los implantes faciales naturales o autólogos están reemplazando gradualmente a los sintéticos, esto ya es un hecho. Y de aquí a unos años se espera un incremento en su importancia.
Algunos de los tratamientos con mayor efectividad son los relacionados con la capacidad regeneradora de la grasa angiogénesis, que es la responsable de estas nuevas tendencias, a partir de la comprobación de su poder regenerativo.
Para la rápida recuperación del paciente esta fórmula brinda un resultado óptimo, es por ello que el mercado la escogió, sobretodo por su relación con las técnicas mínimamente invasivas, que inciden más velozmente sobre el paciente y eliminan las molestias que la anestesia general puede ocasionar.
Vale destacar las ventajas y los beneficios que estas técnicas aportan para la regeneración de piel lesionada por la radioterapia o en su aplicación a mujeres masectomizadas.
Tal vez un aspecto negativo en el implante de la propia grasa es que se precisa que el paciente tenga un excedente de la misma, y usualmente es tomada de la zona abdominal.
También es cierto que para poder reimplantar y extraer no todos los pacientes disponen de suficiente grasa. Y también es sabido que no se precisa de la misma cantidad de grasa para una reconstrucción mamaria que para un relleno facial, por ejemplo.