Propiedades de las sales de Epsom en medicina y belleza natural
Si te interesan las alternativas para mejorar tu estética y optimizar tu calidad de vida de manera natural, no puede dejar de conocer las principales propiedades de la sal de Epsom o sulfato de magnesio. No se trata de ninguna novedad, ya que este producto se emplea desde hace muchísimos años en el campo de la medicina naturista, como así también en la estética orientada a disminuir o directamente eliminar el uso de compuestos sintéticos.
Por un lado posee múltiples aplicaciones curativas, teniendo en cuenta por ejemplo que reduce el dolor. Al mismo tiempo, disminuye la concentración excesiva de ácido láctico en los grupos musculares que han sido expuestos a una ejercitación intensa. De esta manera, las sales de Epsom son ideales en los tratamientos orientados a aliviar los músculos afectados por la constante actividad, como en el caso de los baños utilizados con ese fin.
No podemos dejar de lado además su potencial en la revitalización de los pies cansados y con dolor. Por otra parte, ya en el terreno de la belleza natural, concentra excelentes propiedades para la exfoliación y es ampliamente utilizada en baños refrescantes y relajantes. Vamos a un ejemplo práctico, un baño refrescante para pies con sales de Epsom.
Para desarrollarlo necesitarás media taza de sal de Epsom, alrededor de 10 gotas de aceite esencial de menta, mandarina, romero o eucaliptos y dos o tres tazas de canicas. Debes preparar la bañera con agua fría (o tibia, en caso de no soportarla) para cubrirte hasta los tobillos e incorporar el aceite esencial y la sal de Epsom.
Luego mezcla con los pies y coloca las canicas, cubriendo el fondo de la bañera. Deja los pies bajo el agua por alrededor de veinte minutos, hamacándolos sobre la superficie de canicas. Posteriormente seca tus pies y completa el tratamiento aplicando una loción para relajar combinada con gotas de aceite esencial.
Imagen: wikimedia.org
Por un lado posee múltiples aplicaciones curativas, teniendo en cuenta por ejemplo que reduce el dolor. Al mismo tiempo, disminuye la concentración excesiva de ácido láctico en los grupos musculares que han sido expuestos a una ejercitación intensa. De esta manera, las sales de Epsom son ideales en los tratamientos orientados a aliviar los músculos afectados por la constante actividad, como en el caso de los baños utilizados con ese fin.
No podemos dejar de lado además su potencial en la revitalización de los pies cansados y con dolor. Por otra parte, ya en el terreno de la belleza natural, concentra excelentes propiedades para la exfoliación y es ampliamente utilizada en baños refrescantes y relajantes. Vamos a un ejemplo práctico, un baño refrescante para pies con sales de Epsom.
Para desarrollarlo necesitarás media taza de sal de Epsom, alrededor de 10 gotas de aceite esencial de menta, mandarina, romero o eucaliptos y dos o tres tazas de canicas. Debes preparar la bañera con agua fría (o tibia, en caso de no soportarla) para cubrirte hasta los tobillos e incorporar el aceite esencial y la sal de Epsom.
Luego mezcla con los pies y coloca las canicas, cubriendo el fondo de la bañera. Deja los pies bajo el agua por alrededor de veinte minutos, hamacándolos sobre la superficie de canicas. Posteriormente seca tus pies y completa el tratamiento aplicando una loción para relajar combinada con gotas de aceite esencial.
Imagen: wikimedia.org
Propiedades de las sales de Epsom en medicina y belleza natural
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