Cromoterapia: los colores son salud
Constantemente miramos la naturaleza con sus distintos colores y esa gama tan intensa la reflejamos en nuestros hogares para cambiar nuestro estado de ánimo.
Los colores poseen su propio lenguaje, influyen en nuestros sentidos y en nuestras emociones. Nos permiten, además, modificar nuestra energía.
En este artículo te presentamos la cromoterapia. Veamos cuál es el objetivo de esta terapia y cómo podemos aplicarla.
Terapia con colores: en qué consiste
La cromoterapia es un método de armonización natural que contribuye a superar enfermedades por medio de los colores.
Los colores, como elemento fundamental, son vibraciones que tienen velocidades y ritmos de ondas diferentes. Ellos ejercen una influencia física, psíquica y emocional que facilita la autosanación.
La utilización de los colores en el tratamiento de las enfermedades tiene estrecha relación con los sentidos, que ejercen una gran influencia sobre la mente del ser humano.
Beneficios para tener en cuenta
Se ha comprobado desde la cromoterapia que las personas que varían diariamente los colores de su vestimenta tienen más tendencia a mantenerse sanos.
La terapia con colores corrige el estado de ánimo, regula anomalías como problemas en el funcionamiento orgánico, la presión sanguínea o en la estructura ósea, entre otras enfermedades.
Colores utilizados en cromoterapia
Esta terapia natural e inofensiva puede aplicarse en cualquier edad y asociarse con otros tratamientos para potenciar sus efectos. Veamos los colores que utiliza y su significado:
ROJO: simboliza la fuerza y la acción. Fomenta la actividad, combate la fatiga y tiene un efecto estimulante sobre el metabolismo y las glándulas. Es empleado con frecuencia por personas muy optimistas y llenas de vida. El color rojo revitaliza los órganos sexuales.
NARANJA: es un color vibrante que estimula la fuerza vital de los riñones. Fortalece el tejido de los pulmones y colabora para vencer las tensiones y bloqueos emocionales. Representa la alegría y el regocijo.
VERDE: es un color tranquilizante, calmante, ideal para los problemas de insomnio.
AZUL: es un color refresco, con propiedades antisépticas. Proporciona paz, serenidad y tranquilidad.
MAGENTA: aumenta la tensión arterial y combate los estados de tristeza y de angustia.
Comienza hoy mismo a ponerle color a tus sentidos. Incorpora estos colores en tu habitación y en tu vestimenta.
Imagen: denisegarland.com
Los colores poseen su propio lenguaje, influyen en nuestros sentidos y en nuestras emociones. Nos permiten, además, modificar nuestra energía.
En este artículo te presentamos la cromoterapia. Veamos cuál es el objetivo de esta terapia y cómo podemos aplicarla.
Terapia con colores: en qué consiste
La cromoterapia es un método de armonización natural que contribuye a superar enfermedades por medio de los colores.
Los colores, como elemento fundamental, son vibraciones que tienen velocidades y ritmos de ondas diferentes. Ellos ejercen una influencia física, psíquica y emocional que facilita la autosanación.
La utilización de los colores en el tratamiento de las enfermedades tiene estrecha relación con los sentidos, que ejercen una gran influencia sobre la mente del ser humano.
Beneficios para tener en cuenta
Se ha comprobado desde la cromoterapia que las personas que varían diariamente los colores de su vestimenta tienen más tendencia a mantenerse sanos.
La terapia con colores corrige el estado de ánimo, regula anomalías como problemas en el funcionamiento orgánico, la presión sanguínea o en la estructura ósea, entre otras enfermedades.
Colores utilizados en cromoterapia
Esta terapia natural e inofensiva puede aplicarse en cualquier edad y asociarse con otros tratamientos para potenciar sus efectos. Veamos los colores que utiliza y su significado:
ROJO: simboliza la fuerza y la acción. Fomenta la actividad, combate la fatiga y tiene un efecto estimulante sobre el metabolismo y las glándulas. Es empleado con frecuencia por personas muy optimistas y llenas de vida. El color rojo revitaliza los órganos sexuales.
NARANJA: es un color vibrante que estimula la fuerza vital de los riñones. Fortalece el tejido de los pulmones y colabora para vencer las tensiones y bloqueos emocionales. Representa la alegría y el regocijo.
VERDE: es un color tranquilizante, calmante, ideal para los problemas de insomnio.
AZUL: es un color refresco, con propiedades antisépticas. Proporciona paz, serenidad y tranquilidad.
MAGENTA: aumenta la tensión arterial y combate los estados de tristeza y de angustia.
Comienza hoy mismo a ponerle color a tus sentidos. Incorpora estos colores en tu habitación y en tu vestimenta.
Imagen: denisegarland.com