Cosmética natural

Actualmente, los avances de la denominada cosmetología han sido espectaculares y descubrimientos como el retinol, el colágeno, los filtors solares, los aromas sin alcohol y los maquillajes correctores y de larga duración han conseguido un mercado que apuesta no solo por el embellecimiento, sino que además incorpora en sus fórmulas ingredientes naturales de propiedades curativas.

Cosmética de la miel: Hace miles de años que se utiliza la miel en la cosmética. Tiene propiedades emolientes ( hidratantes), nutritivas y antisépticas.

Cosmética de aceite de oliva: Dota la piel de elasticidad, fortalece las uñas y suaviza las cutículas.

Cosmética de aloe vera: El aloe vera es una planta medicinal usada desde hace cientos de años. Tiene propiedades antibióticas, astringentes, coagulantes y cicatrizantes. Posee toda la cadena de aminoácidos esenciales, oligoelementos, minerales y vitaminas.

Cosmética del caviar: Se ha convertido en el activo más apreciado en los cosméticos más selectos y exclusivos. Regenera la piel madura, posee un altísimo contenido de aminoácidos, ácidos grasos esenciales, yodo, olioelementos, péptidos estructurantes y proteínas.

Cosmética de rosa mosqueta: Regenera, hidrata y vigoriza las células sometidas al desgaste o deterioro. Actúa retardando los signos de envejecimiento y combatiendo la fatiga y el estrés.

Una buena dieta para el hígado

Nuestra vitalidad e incluso longevidad dependen en gran parte de la salud del hígado. Con una dieta y hábitos adecuados se estimulan los mecanismos naturales que favorecen su desintoxicación.

Alimentos que lo benefician: Los cítricos, la cebolla, el rábano, la alcachofa, las olivas al natural, alimentos amargos y especias ( pimentón, pimienta y cúrcuma).

Infusiones recomendables: Diente de león, cardo mariano, la alcachofa y la cúrcuma.

Se aconseja tomar cítricos: Por su vitamina C y antioxidantes que protegen de los radicales libres y ayudan a depurar.

Los azúcares son positivos: Los azúcares no refinados, incluidos los de las frutas, le ayudan a funcionar mejor. Pero los refinados y los desnaturalizados ( comida basura) le hacen trabajar en exceso.

Dietas depurativas: Son excelentes. Dan un descanso al hígado y favorecen su funcionamiento. Pueden hacerse varias al año: en primavera, una de sirope de arce y zumo de limón, cerezas o fresas; en verano una de fruta dulce combinada con ejercicio; en otoño, una de uvas. El invierno puede aprovecharse para comer cardo o alcachofa.