Los beneficios de la lipoescultura láser
Si estás dispuesta a tener una figura que concentre miradas, la lipoescultura láser es una alternativa que podrás tener en cuenta en algún momento de tu vida. Las tecnologías actuales permiten obtener grandes ventajas estéticas con menos dolor y escasas marcas en el cuerpo. El resultado será un abdomen bien definido, entre otros beneficios…
De esta manera, si seleccionas un profesional adecuado y se emplea tecnología de punta, muchos de los miedos de siempre sobre este tipo de intervenciones quedarán en el pasado. Los problemas con la anestesia, el dolor post operatorio o el temor a sufrir secuelas físicas quedan atrás con las nuevas técnicas de lipoescultura láser.
Anteriormente, los procedimientos como aspiración con jeringa, liposucción seca y húmeda, ultrasonido interno, ultrasonido externo o liposucción superficial podían llegar a acarrear diferentes riesgos, como el rompimiento de las venas halladas en el tejido fino graso, la creación de huecos subcutáneos, los hematomas y la fibrosis, entre otros.
Sin embargo, las técnicas han evolucionado desde que en 1974 naciera la liposucción en Italia. En la actualidad, la lipoescultura láser no registra este tipo de riesgos. Se trata de una metodología por la cual la radiación del láser se pone en contacto directo con las células grasas, entregando la energía a través de una fibra óptica fina.
El calentamiento producido en las células adiposas hace que se genere un proceso por el cual el cuerpo elimina en forma natural los excesos de grasa, logrando que el perfil corporal mejore en forma notable en pocos días, estabilizándose por completo en un plazo máximo de un mes. Además, el método permite que el paciente reasuma rápidamente su vida social cotidiana.
De esta manera, si seleccionas un profesional adecuado y se emplea tecnología de punta, muchos de los miedos de siempre sobre este tipo de intervenciones quedarán en el pasado. Los problemas con la anestesia, el dolor post operatorio o el temor a sufrir secuelas físicas quedan atrás con las nuevas técnicas de lipoescultura láser.
Anteriormente, los procedimientos como aspiración con jeringa, liposucción seca y húmeda, ultrasonido interno, ultrasonido externo o liposucción superficial podían llegar a acarrear diferentes riesgos, como el rompimiento de las venas halladas en el tejido fino graso, la creación de huecos subcutáneos, los hematomas y la fibrosis, entre otros.
Sin embargo, las técnicas han evolucionado desde que en 1974 naciera la liposucción en Italia. En la actualidad, la lipoescultura láser no registra este tipo de riesgos. Se trata de una metodología por la cual la radiación del láser se pone en contacto directo con las células grasas, entregando la energía a través de una fibra óptica fina.
El calentamiento producido en las células adiposas hace que se genere un proceso por el cual el cuerpo elimina en forma natural los excesos de grasa, logrando que el perfil corporal mejore en forma notable en pocos días, estabilizándose por completo en un plazo máximo de un mes. Además, el método permite que el paciente reasuma rápidamente su vida social cotidiana.