Algas y belleza: una relación indestructible

Es posible hallar en el planeta (por lo menos dentro de las especies conocidas) más de cuatrocientas variedades de algas. Prácticamente todas poseen efectos benéficos sobre nuestra salud o estética, aunque las más popularizadas han sido la fucus vesiculosus, laminaria, mastocarpus, musgo de Irlanda y spirulina, entre otras.

¿Por qué son importantes para el cuerpo humano?. Es que poseen vitaminas A, B, C, D, E, K, aminoácidos, hormonas vegetales y minerales como yodo, manganeso e hierro, entre otros elementos de gran utilidad para nuestro cuerpo. Estas sustancias permiten mejorar la salud corporal y también la belleza natural.

Una de las aplicaciones más importantes de las algas se ha dado en el tratamiento de la celulitis, teniendo en cuenta que provocan una mayor movilidad de la grasa local. Pero aquí no se acaban los beneficios, porque gracias a su elevado contenido en yodo y mucílagos, las algas permiten optimizar la cicatrización, disminuir las arrugas y suavizar el cutis.

Otras aplicaciones que no deben dejarse pasar son su capacidad como tonificante del tejido de los senos y para el fortalecimiento de las uñas quebradizas. Incorporadas en productos para el cabello, otorgan a éste una mayor flexibilidad y elasticidad y, al mismo tiempo, eliminan la carga de electricidad estática, algo que permite incrementar el brillo y la fuerza del cabello.

Una opción inmejorable para la piel es la spirulina, una pequeña y sorprendente alga verdiazul que, además de todas las ventajas que supone a nivel salud, otorga suavidad a la piel y tiene propiedades rejuvenecedoras, retrasando el envejecimiento cutáneo.