Cuidados al exponernos al sol

El sol puede presentar una dualidad en la que deberemos enfocar la mirada para tomar la debida precaución. En el plano físico por medio de la luz ultravioleta colabora a la síntesis de vitamina D, que principalmente influye en la constitución de los huesos, asimismo es un antidepresivo ideal, ya que tiene gran influencia en nuestro estado de ánimo. Y además de estas virtudes, está comprobado que produce endorfinas al estar al aire libre.

Sin embargo, también tiene su costado menos beneficioso o perjudicial, por decirlo así, ya que es probable que genere manchas en la piel, produzca arrugas y la famosa flacidez al ser eliminadas las fibras elásticas. También genera daños acumulativos en las células y, lo más grave de todo, puede llegar a provocar lesiones cancerosas. Es imprescindible aquí la prevención y tomar todos los cuidados necesarios para evitar estos daños.

La utilización de un buen protector solar es fundamental, y la correcta forma de emplearlo es aplicándolo por lo menos una hora antes de exponernos al sol, esto con el objetivo de lograr su adecuada absorción. Lo ideal es reaplicarlo cada dos horas. Y en caso que sea resistente al agua será necesario repetir el procedimiento, pero agregando mayores dosis del producto.

Si te encuentras en alguno de los países que actualmente disfrutan el verano, ten sumo cuidado con la exposición al sol. Reduce la banda horaria, procurando que no sea en la franja de 11 a 16 horas. Un truco que te servirá: calcula la sombra que arrojas para observar si logras proyectarte. En caso que la sombra sea más corta que tu altura, no será oportuno tomar sol, y si es más larga podrás disfrutar a partir de ese momento de los rayos de Febo...