Cuida tu piel mientras descansas

Si nuestro objetivo es disfrutar de una piel sana, luminosa y brillante, es imprescindible dormir bien. Es que el sueño está ligado en forma directa con la hormona del crecimiento y con la renovación celular, por lo tanto funciona como un reparador natural de los daños que haya sufrido la piel durante el día, por ejemplo por efecto del sol, el viento, la contaminación o el estrés.

Por lo tanto, recuerda que un descanso óptimo es uno de los más eficaces trucos de belleza, actuando directamente sobre la piel al mitigar los signos del envejecimiento. Pero no basta sólo con esto. Para colaborar con la sabiduría de la naturaleza y con la perfecta máquina que es el ser humano, es necesario realizar un tratamiento de cosmética nocturna, que te permitirá reparar tu piel al mismo tiempo que descansas.

Los productos que se aplican sobre la piel antes de acostarse garantizan una limpieza efectiva y profunda de la piel, dada la acción que siguen desarrollando durante las horas de sueño. La diferencia con la cosmética de día es que ésta protege la piel de los agentes que la deterioran, mientras que la cosmética nocturna ofrece un verdadero tratamiento reparador.

El primer paso en el tratamiento de belleza nocturno es higienizar correctamente la piel. Deberás aplicar toallas limpiadoras, geles o jabones que garanticen la eliminación completa de todos los restos de maquillaje y suciedad. Asimismo, es recomendable realizar una exfoliación semanal.

Con la piel ya limpia, estarás en condiciones de aplicar las cremas necesarias para tu tipo de piel. En las denominadas normales se emplean geles hidratantes, en las secas cremas humectantes y con elevado contenido en nutrientes, y en las pieles mixtas o grasas suelen aplicarse fluidos hipoalergénicos, entre otras posibilidades. Debes distribuir la crema en rostro y cuello, masajeando ligeramente con la yema de los dedos. Realizados estos pasos, podrás acostarte tranquila, sabiendo que tu piel estará en buenas manos hasta que despiertes.