Caminatas diarias, para mejorar nuestra estética y calidad de vida

Aunque en general no lo apliquemos, debido a las características de la vida sedentaria que se lleva mayormente en estos días, utilizar nuestro tiempo libre en una buena caminata a la intemperie es una actividad muy agradable que, además, favorece ampliamente nuestra salud y, por lógica consecuencia, nos hace ver mejor.

Emprender caminatas diarias por los parques y calles de nuestra ciudad es una excelente alternativa si lo que deseamos es cuidar nuestra salud y estética. A diferencia de otras posibilidades, el esfuerzo que insume este tipo de ejercicio pasa prácticamente inadvertido, porque la actividad no insume grandes sacrificios corporales.

La gimnasia que insume caminar es recomendada por los especialistas para ser realizada en forma diaria, aunque por supuesto siempre con los estudios de rutina previos y la utilización de un calzado adecuado.

Es sabido que caminar facilita varias funciones del organismo. Por ejemplo, ayuda a que los pulmones procesen más aire con menor esfuerzo, brinda mayor fortaleza al corazón, crea las condiciones para que el bombeo de aire se realice con menor cantidad de palpitaciones y, además, contribuye en la optimización del suministro de sangre hacia los músculos.

Asimismo, practicar este deporte aeróbico también redunda en otros importantes beneficios, como el mantenimiento de una óptima figura y la reducción de las grasas corporales, un mejor funcionamiento de los procesos digestivos y la formación de tejidos corporales más saludables. Por si esto fuera poco, las caminatas contribuyen a que nuestras horas de sueño sean más plenas y el cuerpo las aproveche mejor.

Entre dos y cuatro meses de práctica bastarán para que las caminatas comiencen a provocar efectos benéficos en nuestra salud y estética. Sin embargo, nunca hay que confiarse: si nuestro cuerpo no está preparado, las caminatas pueden ser más perjudiciales que el sedentarismo.

Por eso, hay que realizar siempre una prueba de esfuerzo antes de iniciar la actividad para saber en que condición física nos encontramos, descubriendo además que intensidad de ejercicio necesitamos. Cumplidos estos pasos, las caminatas se transformarán en una interesantísima opción para disfrutar del contacto con la naturaleza, desembocando en una vida más sana y un cuerpo más saludable.

Pero recuerda que un mal paso puede desembocar inevitablemente en una lesión, ten cuidado, y al más mínimo descuido no dudes en acudir a una clínica de fisioterapia.