Propiedades de los frutos secos

Algunas personas prefieren no incluir los frutos secos en su dieta diaria, ya que sostienen que incluyen grasas e hidratos de carbono.

Lo cierto es que en dosis moderadas, las avellanas, castañas de cajú, almendras, nueces, avellanas, piñones, semillas de girasol y pistachos resultan beneficiosos para nuestra salud.

En dosis moderadas, deberían estar presentes en todas las dietas, ya que se pueden combinar fácilmente con los demás alimentos. Su contenido es importante ya que nos aportan vitaminas, minerales y fibras.

Avellanas, almendras y piñones

Estos dos frutos secos poseen un alto contenido en grasas, entre un 50% y un 60%. También contienen un 10% de agua, un 5% de sacarosa y proteínas como la corilina.

Además, las almendras y avellanas son ricas en vitamina B, Vitamina E y magnesio, lo que contribuye a fortalecer el sistema nervioso. En particular las almendras ayudan a reducir el colesterol, y son muy buenas para el corazón, además de ser ricas en calcio.

En cuanto a los piñones, son ricos en aceite, vitaminas, proteínas y sales minerales, que contribuyen a disminuir el colesterol.

Nueces y Pistachos

La nuez es el fruto seco que posee más calorías, 675 kilocalorías por cada 100 gramos. Las nueces tienen zinc, cobre y vitaminas.

Finalmente, los pistachos también poseen un elevado nivel calórico y son ricos en hierro y minerales.

En cuanto al consumo de los frutos secos, es aconsejable consumirlos crudos y en los desayunos, meriendas, almuerzos y cenas.

Se recomienda el consumo para los jóvenes, los deportistas y para los que realicen un intenso trabajo intelectual, ya que su contenido en fosfato orgánico favorece el metabolismo cerebral.

Imagen: lacocinadebender.com