Piel y ozono: una buena combinación

Oxigenar la piel con ozono es uno de los tratamientos de limpieza cutánea más novedosos. Sabemos que diariamente nuestra piel se ensucia y comienza a acumular impurezas de todo tipos. Estas suciedades provocan puntos negros y granos en distintas partes de la piel, que se acumulan y la van dañando.

Para disfrutar de un rostro luminoso y diáfano se pueden aplicar diferentes tratamientos exfoliantes, aunque últimamente ha surgido con mucha fuerza la opción del ozono para la limpieza de la piel. Si hubiera que definir el ozono, puede decirse que se trata de la forma de oxígeno más pura.

Por consiguiente, el ozono es capaz de eliminar las impurezas y suciedades varias, además de regenerar la piel. Por otro lado, cuenta con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que incrementan sus potencialidades benéficas. El ozono provoca el surgimiento de radicales libres que impiden la hinchazón de la piel.

Estos radicales libres dejan de aparecer en la piel cuando la misma recibe agresiones del exterior, y por lo tanto pierde su luminosidad natural. Algunos centros de belleza ya cuentan con cabinas preparadas para tratamientos con ozono, luego de los cuales los resultados positivos comienzan a aparecer rápidamente.

La piel se torna más suave, tersa y con mayor luminosidad. Las lesiones cutáneas también son atacadas por el ozono, que las regenera completamente, dejando como nuevos a estos sectores de la piel. Además, el ozono favorece la circulación de la sangre en las zonas tratadas, entre otras tantas ventajas que lo han transformado en uno de los nuevos tratamientos más empleados.