Tips para aplicarte el rubor

En Francia, en el siglo XVIII, el colorete era un elemento imprescindible de la vida social tanto para las mujeres como para los hombres, ya que además de brindar un aspecto saludable realzaba los rasgos particulares de cada rostro.

En la actualidad, el rubor es la pincelada final para dejar un rostro formidable. El saber colocarlo bien no es tarea sencilla, ya que aplicado en demasía no tendrá un buen efecto estético. Para evitarlo, presta atención a estos trucos:

• El rubor puede ser utilizado por rostros ovalados, redondos y de forma rectangular con pómulos prominentes. El rubor se pone en la zona comprendida entre las aletas de la nariz y las cejas.
• Aplícalo siempre de abajo hacia arriba y sin frotar.
• Si lo colocas en el pómulo, no aportarás ninguna modificación a la forma de tu cara.
• Para aplicarlo en el sitio justo, conviene sonreír.
• Si deseas, puedes aplicar rubor en las mejillas, en la frente, debajo de las cejas, en la nariz y en las sienes.
• Para obtener relieve en los pómulos, utiliza un tono más pálido en el pómulo, bajo el ojo y hacia las sienes y el más oscuro debajo, para que se fundan ambos tonos.
• Los cepillos que normalmente vienen con el rubor no son los más adecuados para aplicarlo, por eso es ideal emplear cepillos con forma de abanico.

De acuerdo al tipo de piel debe aplicarse un tono concreto:

• Para epidermis ni claras ni demasiado oscuras, el tono debe ser natural.
• Para epidermis pálidas, el tono debe ser levemente rosado.
• Para epidermis casi roja, el tono debe ser levemente marfil.
• Para epidermis morena o dorada, el tono debe ser color ámbar.

Imagen: ayudachicas.com