Extensiones para el cabello

Si estás pensando en obtener un cabello más largo y sensual, podrás optar entre una amplia gama de opciones. Por eso, vamos a informarte en este artículo cuáles son estas variantes y qué características posee cada una, para que de esta manera puedas seleccionar aquella más adecuada para tus intereses.

Básicamente, las clases de extensiones de cabello se dividen en dos grandes grupos: por el material empleado y por la manera de colocación de las extensiones. En el apartado específico que se especializa en el material empleado, las extensiones pueden ser en materiales sintéticos o naturales.

Las extensiones sintéticas son artificiales, empleándose habitualmente fibra o plástico. Las naturales, en cambio, se confeccionan con cabello humano o, en algunas ocasiones, de animales. Éste último caso se da mayormente en las extensiones blancas, que son más difíciles de conseguir.

Entre las principales diferencias puede destacarse que las extensiones naturales insumen menos mantenimiento y son más simples de manejar, por ejemplo para cambiar el color o peinarlas. Sin embargo, las sintéticas tienen la ventaja de ser más económicas y también pueden tener un ciclo extenso de vida si están bien cuidadas. El mayor peligro es cuando aplicamos calor, ya que pueden llegar a quemarse.

Por otra parte, y con relación a las extensiones que se diferencian por su modo de colocación, pueden clasificarse en extensiones de queratina, extensiones cosidas, extensiones con grapas y extensiones de click. Estas son las principales características:

• Extensiones con queratina: se pegan en el nacimiento del cabello, son invisibles y se mantienen durante mucho tiempo. 
  
• Extensiones cosidas: se integran a la cabellera original a través de una trenza, disponiendo también de una cortina en el extremo de la extensión.
  
• Extensiones con grapas: se emplean grapas especiales para unir las extensiones al cabello, siendo una técnica que no causa daños en la cabellera.
  
• Extensiones de click: son las más sencillas de colocar, uniéndose a través de horquillas al cabello. Esto permite que se saquen o se vuelvan a colocar cuando así lo deseemos.